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La fiesta no terminó aún…

La fiesta no terminó aún…



Conocí a una chica en una fiesta a la que fui, parecía de mi mismo rollo, humor y temas de conversación. Hicimos migas enseguida. La noche continuó y bueno, tonteamos algo pero nada serio. Nos alejamos de la zona donde vivíamos y ya entre todos decidimos irnos a dormir. Uno de mis amigos estaba hospedado en un hotel cercano, y yo le dije que si podía ir a dormir un rato y luego me iba a mi casa, que no me apetecía coger taxi ni andar más de media hora, y me dijo que si, que no importa, tenia 2 camas separadas.
La chica (Alba) me escuchó hablar eso y me preguntó si podía descansar un poco también que tenía los pies reventados y también vivía lejos.

– Si claro, venid pero no a follar que quiero dormir – dijo mi amigo en plan broma… no sabía lo que iba a pasar.

Fuimos al hotel y mi amigo se metió en una cama a dormir, que estaba borracho y muy cansado. Alba se metió en el baño y yo me quedé sentado en la cama esperando a que saliese. Cuando salió del baño le dije que yo podía dormir en el mini sofá de la habitación, pero que yo también quería descansar y que no me iba a quitar la ropa ni nada parecido.

Ella dijo que no le importaba, que solo quería dejar de estar de pie y se metió en la cama quitándose solo los pendientes, pulseras y cosas de los bolsillos del vaquero.

Yo fui al baño, no había ligado mucho por esa época y la verdad que me daba mucho corte. Me miré al espejo, no sabía qué hacer… Tenía señales para mi confusas y no quería joder la noche así que decidí que no iba a pasar nada, que no iba a intentar nada con ella.

Alba tiene le pelo largo, hasta los hombros, negro brillante y liso. Su piel es muy blanca, ojos negros y labios finos pero muy rojos. La ropa que usa no hace justicia a su cuerpazo, unas caderas de escándalo y unas tetas enormes, que sus camisetas holgadas no dejan discernir bien si la ves a primera vista.

Me meto en la cama, ella hace hueco y se queda mirando hacia mi lado. Yo me pongo mirando al lado contrario, dejando entre los dos el poco espacio posible dentro de esa cama.

*GRRRRFFGGGGGJJJJJ* – Mi amigo ronca como un jabato y nos empezamos a reír… le miramos atónitos desde la cama, parecía un jabalí en celo. Las risas y el ponernos hacia el otro lado para mirar a mi amigo hace que nos juntemos y nos miremos mientras nos reímos. Nos empezamos a besar, despacio, sin prisa. Estamos bajo las sábanas, ella boca arriba tumbada, yo de lado encima suya, besándola. Comenzamos a sobarnos poco a poco. Ella me soba con su mano los brazos, los abdominales, el culo.. Yo voy directo a las tetas y para mi sorpresa, son enormes.
Me mete la mano en el paquete y comienza a pajearme y acariciarme suavemente. « uff » me dice, sorprendida de que la tuviese ya durísima e hinchada. Le gusta tanto el tacto de mi polla que no se puede resistir a verla bajándome los pantalones. Se lame la mano, echándose saliva y empieza a pajearme otra vez pero esta vez empezando a chupármela con muchísimo tacto y haciéndome notar cada parte de sus labios y de su lengua en mi glande. Ella esta excitadísima, se le nota como disfruta metiéndose mi polla en la boca despacio, saboreándola, acariciándome los huevos mientras tanto.
Ella sigue al mismo ritmo, despacio, sin hacer ruido e intentando meterse cada vez más polla dentro de su boca. Le pongo la mano en la cabeza y le susurro que me voy a correr. Entonces ella empieza a chupar más despacio pero sin parar y pajeandome suavemente a la vez… Me corro tanto que que tiene que sacarse la polla de mi boca para poder seguir tragando. No deja ni rastro.

– Bufff que pasada Alba, esto te lo tengo que recompensar… vamos al baño.

Vamos al baño y nos desnudamos, le pongo contra el lavabo y comienzo a acariciarle su coño, esta al rojo vivo y preparado para recibir una buena polla. Le hago unos dedos y empieza a gemir. Sigo erecto y ella se da cuenta, me mira y se muerde el labio.

– Qué cachonda me pone que la tengas siempre dura conmigo…

Busca un condón en el bolso, lo abre.. y… me lo pone con la boca. Una maestra.

Se vuelve a poner contra el lavabo y yo comienzo a meterle la polla… No puede resistir gemir en alto.

– chsss que nos va a escuchar…

– no puedo callarme, fóllame por favor.

Le pongo la mano en la boca y comienzo a follarla lo más duro que puedo. Intento empujar con la polla bien metida dentro, ella siente mis caderas en su culo, empujando mi polla hasta el fondo de su coño. La embisto sin parar, cada vez más fuerte. Ella gime ahogada con mi mano tapándole la boca. Gritos ahogados y golpes secos… con la otra mano le agarro de la cadera para empujar más fuerte. Sigo con el ritmo y ella me muerde la mano.

– Diossssssss me corro…. sigue sigue… –

Le doy más fuerte aún y se corre, conteniendo el grito de placer. Yo aún no me he vuelto a correr y ella está disfrutando del orgasmo agarrándose al grifo y al toallero… Se da la vuelta, es ver mi polla como un mástil todavía y me dice:

– Me vas a reventar…

Ponemos unas toallas en suelo, se echa boca arriba con las piernas abiertas y la empiezo a follar sobándole y comiéndole las tetas a la vez, ella me abraza mientras respira cada vez más fuerte. Sus uñas se clavan en mi, empieza a gemir en alto otra vez, le tapo la boca con la mano, poniendo mi peso sobre su cabeza contra la toalla. Sus ojos abiertos, mirándome fijamente… se va a correr de nuevo, y yo también. Le meto la polla lo más fuerte que puedo, golpe tras golpe hasta correrme. Ella aún no llega, pero consigo mantener el ritmo un poco más y sus ojos se cierran con gesto de placer… otro grito ahogado.

Sudados, empapados… dejo caer mi peso sobre su cuerpo. Ella me acaricia la cabeza y no para de balbucear « ufff ».

Mi amigo seguía roncando cuando nos volvimos a meter en la cama después de limpiarnos.. Solo nosotros sabemos qué paso esa noche, y de vez en cuando lo volvemos a rememorar.

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